TEODORO “LOLO” JIMENEZ RAYMOND
Nació el 12 de Mayo de 1939, -fecha que muchas veces coincidió a lo largo de su vida con el día de homenaje a las madres- en la Calle San Carlos Nª 175, en esa época Miraflores ahora Surquillo, no fue culpa suya que Surquillo no se hubiese creado aun, pero sin duda fue uno de los más entusiastas con su fundación, ya que es en Surquillo donde Lolo pasó la mayoría de sus días y es el lugar que él más amó. Y tanto amó Surquillo que se casaría con una surquillana y llevaría a sus hijos desde muy pequeños a caminar por las calles de su querido distrito.
Aprendió sus primeras letras en la escuelita de la Srta. Amelia en la calle Huáscar, inició su primaria en el colegio Surquillo y la terminó en el San Erico, estudió la secundaria en el Colegio San Andrés –Antes Anglo Peruano- el mismo colegio donde Víctor Raúl Haya de la Torre había enseñado, colegio donde destacó como un excelente alumno, siempre entre los primeros de su clase, siendo Prefecto y elegido para hablar en nombre de todos los alumnos del colegio en el trascendental Día de la Biblia, demostrando que a pesar de no compartir la misma religión que la profesada por el colegio, su capacidad le permitía destacar al nivel de dar cátedra a sus compañeros de carpeta. Fue de la promoción 1957 y luego de ello postuló e ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en la Facultad de Antropología, incorporándose luego a la Facultad de Derecho, donde fue parte activa y militante del Comando Universitario Aprista.
Iniciaría su conocimiento del APRA en las visitas que hacía al penal a ver al compañero Efraín Espinal, y su vida partidaria con Carlos Delgado Olivera, primer secretario general de la JAP, compartió acciones y pasiones con otros jóvenes apristas como François Mujica, Antonio Flores, Luis Alva Castro, Miguel Quiroz, Luisa Pilares, Hugo Valverde, Natasha Rosemberg, Mercedes Cabanillas, José Ahumada, Leonidas Velez y muchos más, siguiendo el impulso vital de Haya de la Torre, integrando como militante el partido que lo acompañaría a lo largo de toda su existencia y que lo formó para trabajar con perseverancia, fraternidad y decisión, defendiendo la estrella que la llevaba en el fondo de su corazón y en el accionar de su vida.
Asumió rápidamente el liderazgo en su Surquillo, fue secretario general de la JAP de Surquillo y en 1962 luego de un largo trabajo, fue elegido Secretario Nacional de la Juventud Aprista Peruana, elegido en un Congreso y cargo en el que dio la posta a otro compañero en un siguiente Congreso. Aprendió a dialogar y conversar para concertar de la sapiencia y experiencia de Ramiro Prialé, pero a organizar, “cuadrar” y defender posiciones de la fuerza y energía de Armando Villanueva, le encantaba la oratoria de Manolo “Cachorro” Seoane a quien admiraba por la brillantez de su discurso.
En 1965 trabajó al lado de Alberto Valencia en la Oficina de Prensa del Senado como Periodista Profesional, ganando experiencia Profesional y política, hasta el 69 en que Velasco Alvarado impuso su golpe de estado y fue cerrado el Congreso.
En el proceso de reubicación a los trabajadores lo destacaron al Poder Judicial, donde dio inicio a su carrera en las leyes y se formó para ser Magistrado en el Perú. Se inicio en una Mesa de Partes, aprendió el manejo de los trámites y expedientes desde coserlos, lo que le dio firmeza y profundidad a sus conocimientos procesales.
En 1970 lo nombraron Relator de la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior de Lima, Secretario de la Oficina de Control de la Magistratura, siendo luego en 1976 nombrado por Resolución de la Corte Suprema como Juez Provisional en la provincia de Huacho, en 1977 lo nombraban Juez provisional del 28 Juzgado de Instrucción de Lima y por concurso fue nombrado Juez Titular del Tercer Juzgado de Instrucción de Lima en el año 1983.
Por su honestidad y prestigio fue llamado a trabajar como miembro de la Oficina de Control Interno de la Magistratura, donde estuvo en varios periodos,
En 1987 fue nombrado Vocal Titular de la Corte Superior de Justicia de Lima, cargo que representó hasta diciembre del 2007 --con un lapso desde el golpe de estado de Fujimori el fatídico 5 de abril hasta que en el año 2002 logra reingresar luego de ganar la acción de amparo que oportunamente había presentado y con la cual se le reivindica y reconoce su probidad-- ocupando por su antigüedad la Presidencia de la Sexta Sala Penal de Reos Libres y en el 2007 durante una semana tuvo la responsabilidad de presidir la Corte Superior de Lima por encargatura.
Cabe destacar que en el tiempo en que Fujimori lo alejó del Poder Judicial Lolo dudó en regresar a su casa de siempre, la Casa del Pueblo y fue elegido Secretario Nacional de Disciplina del Partido en un congreso donde la gran mayoría reconoció en él las cualidades para administrar la justicia partidaria. Luego, al dejar su cargo en el siguiente congreso, fue invitado a Presidir el Tribunal Nacional de Etica y Moral convirtiéndose en AMAUTA del APRA.
Paralelamente, y con una gran inquietud formadora, fue docente universitario en la Universidad Federico Villarreal en la Escuela de Ciencia Política, donde enseñó Historia del Pensamiento Político, Estasiología entre otros cursos, y en la Universidad Inca Gracilazo de la Vega, en la Facultad de Derecho como docente de Teoría del Estado. Desde 1971 fue docente de la Escuela de Oficiales de la Guardia Republicana del Perú, posteriormente Policía Nacional, en las especialidades de Derecho Penal, Derechos Humanos y Constitución Política del Perú. Fue siempre un profesor bonachón pero exigente capaz de quedarse horas de horas con sus alumnos, seguramente podría haber enseñado gratis toda la vida, Lolo Jiménez siempre tenía un mensaje que dar, un concejo que entregar y una reflexión para todos los que tuviesen la suerte de poderlo escuchar.
Una de sus grandes pasiones e inquietud de siempre fue trabajar formando niños y jóvenes para facilitarles una correcta visión de la vida y brindar apoyo moral y social a cientos de chicos y chicas de Surquillo. Así con Carmen Gonzales, Daniel Córdova y su esposa Vicky, formaron el Club Infantil Juvenil “Los Cachorros” –en homenaje a su héroe Manuel Seoane-, en el local de su propiedad en Dante 941, Surquillo.
El trabajo realizado por Lolo en esta área, llegó a traspasar las fronteras de Surquillo, Lima y del Perú, apoyó muchas actividades en localidades del país con la Banda de Música de los Cachorros, Banda que inició su primer desfile en 1979 para despedir a Víctor Raúl Haya de la Torre. De allí en adelante fueron ensayos, aprendizajes, charlas, búsqueda incesante de solución de problemas de niños y jóvenes rodeados de lo que la sociedad les provee. En 1993 se iniciaron las primeras coordinaciones internacionales, siendo aceptados como miembros de Los Halcones Internacionales, ala de trabajo formativo para la niñez de la Internacional Socialdemócrata donde Lolo fue un personaje querido y forma parte de la historia de esta organización donde dejó una huella en niños, jóvenes y adultos de todos los países del mundo.
Lolo sembró su semilla por donde sus pasos iban, ejemplo de padre, de esposo, de Magistrado, de docente, ejemplo de conducta y línea de vida. De todos está en continuar cada uno en su espacio, el trabajo formador de niños y jóvenes que solo esperan una persona que los escuche, los entienda, los aconseje, los ayude a encontrarse y formar su personalidad, fuerte y afianzada con calidades morales que necesitamos para el futuro.